"Odio las tardes de domingo.
El cansancio y la sensación de hastío vomitivo que cosquillea en la boca del estómago.
Odio las tardes de domingo
Cuando el frío cala y lastima,
cuando el calor es pegajoso y sucio.
Odio las asquerosas tardes de domingo.
Pues es cuando la soledad se acentúa más y la furia sigue acumulada y se aplila tras la tristeza y el sinsabor.
Odio ver la felicidad.
Odio ver la alegría.
Odio todo lo posiblemente odiable.
Odio y mas odio mi interior.
Odio las tardes de domingo.
Odio el tener que odiar”
… yo hace poco más de 10 años.
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