Yo tenía una amiga
Y siempre estaba ahí a cualquier hora y en cualquier lugar.
Hablábamos por horas ¿sabes?
Sobre su vida, sus amores, sus sueños y sus miedos.
Intercambiamos música, imágenes
e incluso hacíamos chistes sexuales.
Pero era mi amiga,
de esas con las que podías platicar de todo
sin miedo
o vergüenza.
Y prometimos nunca dejarnos.
Nunca dejar de hablarnos.
Siempre ser amigos.
Los mejores.
Pero supongo que la gente cambia.
Supongo que por fin encontró un novio que la mantiene ocupada todo el tiempo
e incluso la hace ser muy feliz.
Y eso me da mucho gusto.
Porque lo merece.
Pero es doloroso darse cuenta que se olvidó de tí.
De su mejor amigo.
De quien fue su mejor amigo.
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